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Diagnóstico y tratamiento de Arritmias Cardiacas

Diagnóstico y tratamiento de Arritmias Cardiacas


Se realiza a partir de la interpretación de los datos obtenidos tras varias pruebas, entre las que se encuentran:

Historia clínica.

Es imprescindible para poder tener una sospecha diagnóstica y orientar el resto de exploraciones a realizar.

Exploración física.

Si la exploración se realiza durante el episodio de arritmia debe de constatarse, no sólo la frecuencia del pulso cardíaco sino también si éste es regular o no, así como valorar, si es posible, la presión arterial y otras repercusiones de la arritmia, como sudoración, palidez, ahogo, etc.

Electrocardiograma (ECG).

Debe destacarse que el diagnóstico definitivo de las arritmias se realiza básicamente mediante el ECG. En el caso de que el paciente sea visto durante un episodio de arritmia, debería realizarse un ECG. Por este motivo, debe de aconsejarse a todos los pacientes, que cuando tengan síntomas sugestivos de una arritmia, acudan lo mas rápidamente posible donde se les pueda practicar este tipo de prueba. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, cuando se registra el electrocardiograma, el paciente no está en arritmia. En estos casos, a pesar de que el ECG estará habitualmente en ritmo sinusal normal y, por lo tanto no permitirá hacer el diagnóstico definitivo, debe de practicarse siempre ya que de su observación podremos obtener datos que nos orientarán hacia el posible diagnóstico de la arritmia.

Estudio electrofisiológico.

Es una técnica que permite reproducir, en muchos casos, las arritmias que presenta el paciente, así como determinar las características de la conducción del corazón. Para su realización se debe puncionar la vena femoral a nivel de la ingle, (con anestesia local) y a través de ella y de la vena cava inferior se avanzan unos filamentos (electrocatéteres) que se hacen llegar hasta el corazón y que son los que permiten medir los parámetros que interesan así como estimular el corazón para valorar la posible provocación de taquicardias.

Registro de eventos.

Dado que el rendimiento del registro de Holter convencional (de 24 horas) es relativamente bajo, se han desarrollado unos sistemas similares al Holter, pero de menor tamaño y que se pueden llevar durante un tiempo prolongado. Estos sistemas, si bien registran el ECG de forma continua, lo hacen en una cinta sin fin, de forma que va grabando sobre si misma durante todo el tiempo que los pacientes lo llevan implantado. Cuando el paciente presenta un episodio sugestivo de arritmia, acciona un mando externo, de forma que queda almacenado el ECG previo a la activación del sistema. Existen en la actualidad dos tipos básicos de registro de este tipo, unos externos, que se pueden llevar varias semanas y que tienen una memoria por episodio de unos 5 minutos y otros que son implantables, que precisan de una mínima intervención para su implantación, pero pueden llevarse hasta 14 meses y tienen une memoria de hasta 40 minutos por episodio.

Registro ECG ambulatorio de 24 horas (Holter).

Con este nombre se conoce a la técnica mediante la cual al paciente se le colocan unos electrodos de ECG que se conectan a una grabadora que registra durante 24 horas, mientras el paciente realiza su actividad habitual. Si durante el tiempo que el paciente lleva el registro colocado hace alguna arritmia esta quedará registrada y se podrá ver. Las ventajas de esta técnica son que se amplía el tiempo de registro del ECG desde los pocos segundos que se tarda en hacer un ECG en la consulta hasta 24 horas con lo que se aumenta la probabilidad de registrar la arritmia. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones 24 horas es un tiempo relativamente limitado y, excepto en situaciones de arritmias muy frecuentes, no se suele registrar ninguna arritmia.

Ablación por radiofrecuencia.

Esta es una técnica de tratamiento de diferentes tipos de taquicardias. Se realiza una punción de la vena femoral en la zona inguinal (con anestesia local) a través de la cual se introducen varios catéteres con los que se llega hasta el corazón. Una vez allí, y mediante estímulos eléctricos se intenta localizar el origen de la taquicardia y se aplica, mediante uno de los catéteres, una energía que producen calor y que altera el foco de la taquicardia con lo que ésta deja de provocarse. En los casos de arritmia sin patología cardiaca de base, puede considerarse que la ablación es curativa, ya que el paciente queda libre de arritmia sin necesidad de otro tratamiento. En el momento actual, ésta es una opción de elevada efectividad y baja tasa de complicaciones en una gran mayoría de arritmias.

Cardioversión/desfibrilación eléctrica.

Se trata de un tratamiento mediante el cual se realiza una descarga eléctrica que despolariza todo el corazón provocando la suspensión inmediata de cualquier arritmia tras lo cual se recupera el ritmo normal (sinual). Está indicada en el tratamiento de la fibrilación o Flutter auricular y en las arritmias ventriculares como la taquicardia ventricular o la fibrilación ventricular. En los casos de arritmias ventriculares graves la desfibrilación es un tratamiento de emergencia que debe de ir acompañado de maniobras de reanimación cardíaca.

Desfibrilador automático implantable.

Los desfibriladores automáticos implantables son unos aparatos similares a los marcapasos, pero que tiene capacidad de detectar episodios de taquicardia o fibrilación ventricular, y en caso de que se produzca, pueden pararla de forma inmediata efectuando una desfibrilación o mediante una serie de estímulos en el corazón. Estos sistemas, cuando se indican en los pacientes adecuados, son muy efectivos y pueden reducir de forma importante la mortalidad de estos grupos de pacientes.

Fármacos antiarrítmicos.

Son medicamentos cuya finalidad es la de evitar que se produzcan crisis de taquicardias. Hay varios tipos y cada uno de ellos puede ser más o menos útil para las diferentes arritmias. Se pueden utilizar como tratamiento agudo durante un episodio de taquicardia o como tratamiento crónico para evitar que se repitan las crisis. Deben de hacerse varias consideraciones: Hasta el momento actual no hay ningún fármaco antiarrítmico con efectividad completa. Debe de destacarse que ningún antiarrítmico es curativo. En el mejor de los casos, cuando es útil, debe ser tomado de manera continuada para que se mantenga su efecto y además, en aquellos pacientes en los que la arritmia es debida a una patología cardíaca de base, estos fármacos no la mejoran. La mayoría de antiarrítmicos pueden tener efectos secundarios, tanto a nivel cardíaco como extracardíaco.

Marcapasos.

Consiste en un aparato que emite unos pulsos de corriente de forma regular, y que se conecta al corazón mediante un catéter. Cada vez que se emite uno de estos impulsos, el corazón se activa y se contrae. Actualmente los marcapasos son de tamaño muy reducido, se colocan debajo de la piel, habitualmente a nivel de la clavícula y se conectan al corazón a través de un electrodo. La implantación de marcapasos es relativamente sencilla y se realiza con anestesia local. Existen múltiples tipos de marcapasos, y la indicación cada uno de ellos dependerá del tipo de arritmia y de la situación del paciente. Cabe destacar que los marcapasos actuales tienen una vida media que oscila entre 7 y 10 años y que pasados los cuales debe de reemplazarse.

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