Josep Brugada: «El objetivo es poner un desfibrilador en las más de 20.000 farmacias españolas»

By Unidad de Arritmias 23 mar, 2017 Info y Novedades brugada, cardiología, desfibrilador, farmacia, Fibrilación Auricular

El cardiólogo aseguró en una charla de Infarma que “la farmacia debe tener un papel activo en el control del riesgo cardiaco”.

Con el patrocinio de Fedefarma, Infarma ha acogido la mesa-debate «La desfibrilación desde la farmacia». Un evento que ha contado con el ponente Josep Brugada, cardiólogo, exdirector del Hospital Clínic de Barcelona y presidente de la Associació Barcelona Salut. La moderadora ha sido Núria Bosch, vicepresidenta del COF de Barcelona.

Brugada comenzó la ponencia hablando sobre el gran avance que ha supuesto la mejora en la imagen cardiaca: «La sofisticación de la imagen cardiaca es tremenda. Vemos el corazón desde cualquier ángulo, punto o forma. Lo vemos absolutamente todo. Probablemente la imagen cardiaca es el mayor avance de los últimos años en Medicina, lo que nos ha llevado a conocer al máximo cada cardiopatía, al detalle. El avance es espectacular».

Posteriormente, sobre la arteriosclerosis -para Brugada, es la «enfermedad de los ricos»-, afirmó que «ha generado una patología tremenda, y la industria está muy interesada en invertir e investigar en ello. Es una enfermedad del primer mundo». Se trata de la principal causa de muerte en el mundo occidental, junto a los tumores. Anginas de pecho o infarto de miocardio es la principal causa en hombres, si bien también están el accidente vascular cerebral y la enfermedad vascular periférica. «El ictus, por ejemplo, es la principal causa de muerte en mujeres». Acerca del infarto, recordó que todo depende de «las células y el tiempo». «Ahora, el infarto de miocardio tiene mortalidad del 2% en aquellos que han superado la fase aguda, cuando antes era del 9%».

Amén de lo citado, también habló sobre los factores de riesgo coronario que dependen en gran medida de los riesgos ambientales y/o metabólicos, sean modificables o no, «como el tabaco, la diabetes, la edad, genética, etc. También hay factores protectores, como buena dieta, colesterol hdl, sexo femenino, alcohol moderado, etc.» Hoy en día, se puede calcular el riesgo de tener un infarto a 10 años con cuatro indicadores, sea género o tabaco. En suma, lo más importante es un cambio en el estilo de vida.

Qué pueden hacer las farmacias

Para Brugada, «la farmacia puede y debe ayudar al control y seguimiento de los factores de riesgo, controlando el peso, diabetes, lípidos, tabaquismo o presión arterial, así como el seguimiento del cumplimiento terapéutico». «El sistema debe ayudar a mejorar el riesgo real de sufrir alguna de estas patologías», asevero.

Sobre la fibrilación auricular (FA), manifestó que «un 10% de la población lo acabará sufriendo. Esto tiene una consecuencia: que la sangre no circula bien. El 30% de los ictus se deben a la FA, de ahí la importancia de las farmacias en el cuidado y los tratamientos anticoagulantes». Así, apostó por la botica como medio para identificar a pacientes de riesgo de FA, y cumplir con la terapia anticoagulante.

«Alguien que hace maratones, triatlones y está muy preparado, puede tener problemas igualmente y sufrir una cardiomiopatía hipertrófica, la primera causa de muerte en jóvenes de hasta 35 años». Otra es la displasia arritmogénica del ventrículo derecho, o el síndrome de Wolff-Parkinson-White.

Cuando se identifica una alteración del ritmo cardiaco, o una cardiopatía en definitiva, los desfibriladores son clave. Finalmente, explicó los pormenores de la muerte súbita: «Es cuestión de diez minutos, por lo que la desfibrilación precoz es clave». Hace años, empezaron las campañas para adquirir y tener desfibriladores. «Si hay extintores en todos los sitios, por qué no desfibriladores». También habló sobre el proyecto iniciado en Girona: «Girona es la primera provincia cardioprotegida de España. En todos los pueblos de esa provincia hay un desfibrilador». De momento, esto ya ha salvado 28 vidas.

Al entender que esto funcionaba en Girona, Barcelona tomó el relevo como «Ciudad cardioprotegida». «Con Antoni Torres, de FEFAC, se apostó por la farmacia: el corazón del barrio como lema de la apuesta por instalar desfibriladores en las farmacias». El 97% de los barceloneses tiene una farmacia a menos de 250 metros. «El objetivo es dotar de desfibriladores a más de 1.000 boticas, y es algo que ya se ha ampliado a multitud de organizaciones, mercados, policía, guardia civil, metros, etc.». El objetivo, aseguró, es poner un desfibrilador en las más de 20.000 farmacias españolas.

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